Ruta del Brosque
El Brosque tiene un gran atractivo desde el punto de vista geológico. Los materiales que lo forman, arcillas y yesos pertenecientes a la formación conocida como Trías de Antequera, se disuelven al contacto con la lluvia, karstificándose y originando formas propias de este modelado geomorfológico. En este recorrido, a través de los carriles de El Brosque, descubriremos multitud de hoyos, conjugados en el espacio unos tras otros, creando una formación denominada campo de dolinas.
Lo más destacado…
Lo más interesante, y el centro de esta ruta, es descubrir elementos geológicos, propios de la geomorfología kársticas sobre yesos, que normalmente pasan totalmente desapercibidos. El relieve alomado de continuas subidas y bajadas es mucho más singular de lo que a primera vista se pudiera pensar. La presencia de este extenso campo de dolinas, con más de 43 dolinas en una superficie aproximada de 15 km2, nos ofrece la posibilidad de, no sólo descubrir estas formas, sino de todos los elementos asociados a ellas, como los sumideros por los que se introduce el agua de lluvia en el acuífero situado en profundidad, los arroyos estacionales que se pierden el interior de la tierra o las lagunas estacionales formada en estas cuencas endorréicas o «bañeras» naturales cuando tienen colapsados sus sumideros.
Prestar especial precaución con…
Nos encontramos en una ruta que no reviste grandes dificultades, la mayor parte de la misma discurre por caminos de tierra en buen estado. No obstante, es necesario reseñar el paso por una uvala (dolina de gran tamaño), justo antes de enlazar con el camino que conduce hasta la Cueva del Agua, donde tendremos que descender por una cuesta bastante pronunciada y atravesar dicha depresión por un tramo donde cruza el cauce de un arroyo estacional y se pierden las trazas del camino.
Descripción del Recorrido

Iniciamos nuestro recorrido desde el carril principal de acceso a El Brosque, concretamente a 4,7 km desde el Área de Servicio de El Rosario, situada a los pies de la A-92 M. Para llegar hasta aquí, tomaremos el carril asfaltado de las Carboneras, que parte de dicha Área de Servicio, y a 1,4 km cogeremos el carril de la derecha, una vez se bifurque el camino inicial. A partir de este cruce, deberemos recorrer 3,7 km sin desviarnos.
El recorrido es circular en torno a la principal concentración de dolinas existentes en este paraje. Discurriendo por carriles de tierra en buenas condiciones, entre un mosaico formado por campos de cultivo y vegetación natural, que sólo abandonaremos en caso de querer ver con mayor detalle cada una de las depresiones a las que el camino se acerca.
Comenzaremos a andar en las inmediaciones de Camacho junto al antiguo Cortijo de Pelota, en un cruze de caminos que permite dejar estacionado el vehículo mientras realizamos el recorrido. En este cortijo veremos una preciosa dolina con forma redondeada cuya base y laderas es aprovechada para el cultivo de cereales. Desde aquí iremos hasta el Cerro de la Cruz, uno de los puntos más altos de El Brosque, donde veremos una de las mejores representaciones de dolinas, con un sumidero fácilmente visible e, incluso, una charca estacional sobre las arcillas que cubren la base de esta cuenca endorreica. En el Cerro de la Cruz, el trazado de esta ruta conectará con la etapa 12 de la Gran Senda de Málaga (GR-249), Villanueva del Rosario – Archidona.
La vuelta hacia el punto de inicio de la ruta se realizará en dirección al límite del pinar que ocupa las laderas de la hoz de Marín, adentrándonos en parte del término municipal de Archidona. Antes de llegar a este pinar, y una vez pasado el Cortijo Sarmiento, nos desviaremos a la izquierda por una tramo con vegetación propia del matorral mediterráneo y nos podremos desviar levemente para visitar algunas dolinas que lindan con el camino.
El recorrido desembocará en un bosque de encinas situado en el borde sobreelevado de las dos dolinas, en las inmediaciones del Cortijo Muriel. Este tramo finalizará en una dolina de grandes dimensiones en las inmediaciones del Cortijo Alcolá, la cual, por su tamaño, podremos considerar como una uvala (depresión endorréica de mayor tamaño que una dolina y menor que un polje). Aquí, además de la belleza de este paisaje mediterráneo podremos comprobar como el arroyo estacional que la recorre se introduce bajo la tierra en el sumidero, situado en la base de un pronunciado escarpe donde podremos observar, blanquecinos, los materiales yesíferos que forman este paraje. Las aguas que por él se introducen saldrán posteriormente más abajo, concretamente en la ladera norte de loma en la que nos encontramos, por una surgencia muy conocida por la población local y de gran relevancia para los espeleólogos, la Cueva del Agua. A esta cavidad podremos acceder desde esta ruta siguiendo camino principal que recorre la uvala hacia el norte. En sentido contrario, hacia el sur, finalizará nuestro sendero una vez abandonemos las inmediaciones de esta depresión y nos desviemos por un camino que parte a la izquierda y que transita por la divisoria de aguas de varias dolinas contiguas.
