Ruta de la Garganta del Guadalhorce

Esta ruta recorre uno de los parajes más desconocidos, a la vez que sorprendentes, de Málaga. En todo el trazado del Guadalhorce por la provincia, este es uno de los enclaves de mayor belleza. El río se encaja entre materiales yesíferos y arcillosos, creando una garganta de difícil acceso donde los ciervos encuentran un refugio natural alejados de la intromisión humana. Este recorrido nos permite descubrir este garganta tanto en su base como en su parte alta, culminando el recorrido junto al Tajo Simón.

Lo más destacado…

Lo más interesante del recorrido es el tramo que discurre por la ribera del río Guadalhorce, desde que abandonamos el camino de la Tosquilla hasta que llegamos a la cima de la ladera saliendo de la garganta. Este tramo de senda, a veces cerrada por la vegetación y otras por los angostos pasillos que va dejando la incesante erosión del río, es de los parajes más atractivos del municipio de Villanueva del Rosario. Tendremos la sensación única de compartir por unos kilómetros hábitat con los ciervos que aquí viven.

Prestar especial precaución con…

En el tramo paralelo al Guadalhorce existen varios pasos complicados debido a la erosión que sufren las laderas por el discurrir del agua del río. Aquí no deberemos escatimar precauciones llegando, incluso, al uso de las manos para asegurar nuestro avance. También serán varios los arroyos que desembocan en la garganta y que deberemos de salvar, pues provocan surcos que, aunque no insalvables, sí requerirán de una especial atención para pasarlos. Así mismo, la proliferación de vegetación, sobretodo en periodos primaverales, hace que la senda pueda verse ocupada o reducida, muchas veces con especies espinosas, por este motivo se recomienda siempre el uso de pantalón largo.

Por último, la ascensión desde el río hasta la parte alta de la garganta, finaliza en un vallado que presenta una puerta cerrada. Deberemos recorrer esta valla por su lado derecho, paralela a ella, hasta encontrar el paso que nos permitirá salir de la misma y tomar el camino de tierra situado al otro lado.

Al coincidir el recorrido con la presencia de ciervos, se recomienda no molestarlos ni darles alimentos, especialmente en época de berrea.

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Descripción del Recorrido

Ciervos en la Garganta del Guadalhorce

La Garganta del Guadalhorce es una de las grandes desconocidas dentro de los espacios naturales de la provincia de Málaga. Para recorrerla iniciaremos nuestro camino en el Cortijo de Platero, al cual accederemos desde el diseminado de las Carboneras, donde cogeremos el camino de tierra que desciende hasta la ribera del Guadalhorce.

Una vez en Platero, en lugar de cruzar el puente sobre el río, seguiremos por el camino que discurre por el margen derecho del río hasta que este gira y se dispone a abandonar el Guadalhorce, donde empieza el camino de la Tosquilla. En este punto, coincidiendo con la presencia de un cortijo, abandonaremos el camino y tomaremos la senda que aprovecha la servidumbre de paso del curso fluvial, cruzando una apertura que permite el paso por un vallado de la propiedad colindante. Aquí comenzaremos nuestro recorrido por la ribera del Guadalhorce, el cual nos servirá siempre de orientación en nuestro caminar.

Desde aquí seguiremos las diferentes sendas que discurren paralelas al río, aprovechando unas u otras dependiendo de la época del año y el estado de la cambiante vegetación de estas riberas, siempre teniendo mucho cuidado con los paso de los arroyos que vienen a desembocar al río o con los tramos de laderas pendientes que deberemos salvar para continuar nuestro camino.

Después de recorrer, aproximadamente, 2.300 metros de ribera, abandonaremos el río ascendiendo por las trazas de un antiguo camino en desuso que asciende zigzagueando por la escarpada ladera. Este camino nos ofrecerá unas fabulosas vistas de la garganta desde una perspectiva más elevada, ejerciendo de magnífico mirador para la observación de este paraje y la audición de la berrea a comienzos del otoño.

El último tramo de este camino se encuentra muy ocupado por la vegetación, matorral de diversas especies, y desembocará en una valla que recorreremos a su derecha hasta encontrar el paso de la misma por una apertura que permite el acceso al camino de tierra situado al otro lado.

La parte final del recorrido la realizaremos por la cresta de las laderas que forman la garganta hasta llegar al Tajo Simón. Este promontorio calcáreo se asoma a la garganta como si de un antiguo torreón o fortificación medieval se tratara, ejerciendo de extraordinaria atalaya y punto de nidificación para multitud de aves rupícolas. Desde este enclave, durante los meses de septiembre y principio de octubre, puede escucharse la berrea en todo su esplendor, sobretodo al atardecer, cuando los sonidos de los ciervos se amplifican gracias a la acústica natural que nos ofrece la Garganta del Guadalhorce.

Desde el punto final de la ruta podemos volver hasta el inicio sobre nuestros pasos o bien empleando el carril principal de acceso hasta el Brosque desde la Carboneras.

Tajo Simón